Para hoy habían sido invitados funcionarios de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) pero tampoco asistieron. No fueron los únicos: de los 35 miembros de la Comisión, sólo estuvo Pino y el radical entrerriano Gustavo Cusinato.
Pasados 30 minutos de la hora convocada, el secretario de la Comisión le dijo a Pino que ya no tenía sentido esperar. Desde la cabecera, mirando al vacío del salón y con los asesores a los costados, el cineasta pidió micrófono y habló.
"Esto es una degradación. No están presentes ni los diputados a los que le íbamos a aprobar sus dictámenes", se indignó.
Hay soledades en política que vienen de la soberbia. Como esta. Otras de las malas alianzas. Como esta.