"Te doy permiso", le dijo primero Cristina a Martínez, después de que el gremialista solicitara una venia oficial para trazar una comparación en dólares entre el salario mínimo que perciben los trabajadores en Argentina y en Brasil.
Sostuvo que en el vecino país, el haber mínimo asciende a unos 340 dólares, pero se empantanó al aclarar que realizaba el cálculo tomando como parámetro la cotización del dólar que se maneja en "el sector de la construcción", es decir, una especie de promedio entre el oficial y el "blue".
Cristina lo interrumpió: "No, no, no", y luego con voz firme le planteó que en la Argentina el dólar se cotiza a 4,64 y que ése era justamente el valor de referencia, por lo que el salario mínimo ascendía aquí a los 650 dólares.
Hubo dos correcciones más: una cuando le aclaró que en el país el empleo no registrado asciende al 32 por ciento, y otra para remarcar que desde 2004 a la fecha el haber mínimo mejoró 1.338 por ciento, y no algo más del 1.200, como señalaba él.
Cristina obliga a ser precisos.
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