-
Macri mantiene al ecuatoriano
Jaime Durán Barba como estratego principal (lo asiste su connacional
Santiago Nieto). Este anarco conservador que es Durán conoce como pocos el paño del distrito y se permite la extravagancia de que
las tres cabezas de lista del PRO transmitan un fuerte aroma confesional. Lo hace la candidata a senadora
Gabriela Michetti, pero también el rabino
Sergio Bergman- blindado por su condición de religioso a los ataques de la política canalla. La misma respetabilidad protege a
Iván Petrella, un "scholar" de Harvard dedicado a la teología pero que, para desmarcar, se define como ateo.
Como para enloquecer a cualquier adversario.
-Otro extranjero que conserva empleo es el peruano-americano
Sergio Bendixen, coach de
Sergio Massa que vino al país con la leyenda de haber trabajado para
Barak Obama en la captura del voto hispano y por su pericia en sacarle jugo a las redes sociales en las campañas. A diferencia de
Durán hace convivir al peruano
con clásicos asesores del peronismo de hoy, de ayer y de siempre, los mismos que trabajaron dentro del kirchnerismo para él y sus asociados de ese origen (
Alberto Fernández, Felipe Solá, Juanjo Álvarez).
-Sigue contratado también por
Francisco de Narváez el español
Antonio Sola, a quien
se le atribuye ser un perito en campañas negativas a partir de su trabajo junto a Mariano Rajoy, y en México (su país de adopción) junto a Felipe Calderón. Fue quien convenció al empresario de fomentar la dialéctica
"ella o yo". Con la salida de
Massa se liquidó el proyecto y el "Colorado" explica con llaneza apabullante: "
Nosotros calentamos la pava y Massa se tomó el mate".
-Más en las sombras, el americano
James Carville entra y sale de las oficinas del
sciolismo con consejos en persona, cuando viene a Buenos Aires o por mail. Este experto que aconsejó a
Bill Clinton en su primera campaña presidencial ya vino antes a la Argentina para aconsejarlo a
Eduardo Duhalde en su campaña contra
Fernando de la Rúa en 1999, quien lo tenía a su lado al mago de la recuperación de
Clinton después de la debacle de la primera elección legislativa.
Se ha mantenido siempre cerca del peronismo, y se entiende bien con otros equipos de asesores que están próximos a Daniel Scioli. En esos equipos ha ganado aire
Jorge Telerman, que estuvo entre quienes acercaron a
Carville a Duhalde en 1999, y a quien le han dado más juego en día a día de la campaña del oficialismo en Buenos Aires.