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Amigos mios de Tandil me lo habían adelantado temprano. "Rubén, acá no hay una ciudad tomada por ellos como lo estaban reflejando algunos medios nacionales. Solo 50 camionetas y 300 productores con algunas banderas negras".
Lo que vieron mis amigos que se acercaron a Tres Arroyos, y que es cierto que viajaron con algunas prevenciones por razones obvias, es lo mismo que dijo Cristina en el acto del club Costa Sud: "desde que soy presidenta es el día más feliz y es gracias a ustedes..."
En el club hubo fervor. Pero lo más impactante fue en las calles de la ciudad donde pudieron observar lo espontáneo de la recepción. No tengo otra forma literaria de decirlo en este momento: superó ampliamente las expectativa previa que tenían mis amigos y los amigos que fueron a acompañar a Cristina.
Además quedó claro algo, la presencia de estado nacional en el distrito, cuando los gestos valen más que las palabras. No sólo por los anuncios que dejará Cristina y que sumará más de 205 millones de pesos.
Se puede observar en el Parque Industrial, donde inauguraró una moderna planta de procesado de maíz pisingallo y girasol confitero, de calidad diferenciada, de la empresa Agroprimus S.A. y dos obras: las viviendas del Plan Federal I y el camino al Parque Cabañas.
Por eso cuando un puñado de productores arrojó bengalas sobre el avión presidencial en el aeródromo local, recordé una frase de Cristina a la prensa local: El campo es el único sector que se puede dar el lujo de no comercializar. Otros sectores hacen esfuerzos para mantener el nivel de actividad. Hay otros sectores de la sociedad con mayores necesidades que los productores y se requiere de los recursos del estado para ayudar a los sectores más vulnerables.
Por ese motivo mis amigos vinieron contentos en su combi de regreso a Tandil, mientras observaban como un grupo de productores arriaban sus banderan negras.
Cantaron la marcha peronista varias veces. Habían roto el cerco sojero.