Hasta aquí lo evidente. Una charla melodramática, con clima de velorio, en la que una medida oficial que cuenta con una aprobación social y política inédita, era rechazada por dos implacables opositores al gobierno. Ninguno de los dos, sin embargo, le dijo a la audiencia esa noche que cuando hablaba el Fernández político también lo estaba haciendo el Fernández contratado como consultor a un costo –IVA no incluido– de 25 mil pesos mensuales “en el área de comunicación estratégica y asuntos públicos” por la empresa Repsol, desde octubre de 2011, según datos de la propia firma.
Algo así como un jefe de Gabinete privatizado por la petrolera, que aparecía en el programa de Morales Solá como insospechado y sensato ex funcionario K para generar opinión favorable hacia la petrolera, víctima supuesta de una terrible “confiscación” por parte del gobierno. Una operación comercial de notable envergadura revestida, en este caso, de desinteresada intervención mediática. Pero eso no es todo. El periodista “profesional” Morales Solá tampoco les blanqueó a sus televidentes que su otro yo, el Morales Solá titular de la sociedad anónima JMS & Asociados, embolsa 11 mil pesos mensuales de la misma Repsol que emplea a Fernández como publicidad para su programa. (info acá).