No gobernó por consenso. Los otros no querían un país nuevo.
Le dio visibilidad a los invisibles de aquel sistema político: los trabajadores y las mujeres.
Generó una doctrina que se proyectó en los tiempos.
Instaló la necesidad permanente de justicia, de libertad y soberanía.
Nos identificó con el gran mundo dependiente y colonizado. Por ejemplo el que ahora es el BRICS, la CELAC y el Mercosur.
Se reflejaba en la cultura que generan los pueblos. El deporte, las artes y el trabajo.
Los enemigos que tenía reaparecieron ahora contra este gobierno. Los sectores económicos concentrados y los medios afines a ellos.
Yo estuve aquel primero de julio del 74 allá. Bajo la lluvia durante dos días para despedirlo durante unos segundos que pudimos verlo.
Siempre pensé que el General era un tipo que anduvo molestando con esos sueños de una Patria Grande y un Pueblo Felíz.
Y pensar que algunos creían que muerto el perro se terminaba la rabia con proscripciones, divisiones, fusilamientos, desapariciones...
Por lo molesto, parecía un kirchnerista el General. 40 años después se sigue hablando de él.