miércoles, 8 de diciembre de 2021

La visita del ministro Soria a la Corte

Como sucede con muchas reuniones protocolares, la primera del ministro de Justicia, Martín Soria, con los jueces de la Corte Suprema, empezó con sonrisas tibias e incluyó un comentario afectuoso de uno de los supremos sobre el padre del ministro, el fallecido gobernador de Río Negro, Carlos "el Gringo" Soria. 
Fueron unos minutos de distensión impostada, hasta que el funcionario del gobierno nacional desplegó un papel que no leyó demasiado y, como quien recita un manifiesto, empezó y terminó con críticas, máximas y reclamos: "Estamos ante una situación de gravedad institucional que atraviesa todo el Poder Judicial, pero, desde el Gobierno y desde la sociedad en general, se percibe que es causada en buena medida por el funcionamiento de la propia Corte Suprema". 
"Vinimos a expresar nuestra preocupación", remarcó con una referencia a "los últimos cinco años", en obvia alusión al desempeño cortesano a partir del gobierno de Mauricio Macri. En menos de media hora habló de la "mesa judicial", las visitas de jueces a la Casa Rosada y la Quinta de Olivos, el abuso de las prisiones preventivas, el espionaje, el uso político y el manejo de los tiempos de las decisiones según a quién afecten (repitió varias veces las frases "indecorosa pasividad" para las causas de derechos humanos y "sospechosa celeridad" para las cuestiones corporativas), y hasta revolvió en las designaciones de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, tanto como cortesanos como, hace poco, como presidente y vice del del tribunal.



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