domingo, 14 de diciembre de 2025

La inflación en tiempos de Milei

El gobierno a dos años de su gestión festeja una reducción de la inflación que está cuestionada por la percepción popular. El índice de precios que se reporta por el INDEC no coincide con la realidad de los argentinos sobre la situación económica. Por ejemplo la encuesta de Analogías indica que la mitad de los encuestados creen que la inflación es más alta de lo que indican, y solo el 31,6% confía en la medición de los precios minoristas. Esto sugiere una falta de confianza en la medición de la inflación por parte de la población.
No todos los bienes y servicios impactan de la misma manera en el presupuesto familiar. Productos como la carne, las verduras o las frutas se compran de manera frecuente y forman parte del consumo diario, mientras que otros bienes —como indumentaria o electrodomésticos— se adquieren de forma esporádica, con intervalos que pueden extenderse por meses o incluso años.
A este fenómeno se suma un factor central: el cambio en los precios relativos. Buena parte de la presión sobre los presupuestos familiares proviene de aumentos en rubros que crecieron por encima de la inflación promedio y, en muchos casos, por encima de la actualización de ingresos.
Las tarifas de servicios públicos y los alquileres aparecen como los principales responsables de este desfasaje. Se trata de gastos fijos, difíciles de ajustar o postergar, que terminan absorbiendo una porción cada vez mayor del ingreso mensual.
Durante la gestión de Javier Milei, las tarifas de servicios públicos han aumentado significativamente, superando la inflación. Entre diciembre de 2023 y octubre de 2025, hay que sumarle noviembre y diciembre de este año, las tarifas de electricidad y gas natural aumentaron un 344% y 617%, respectivamente, mientras que el IPC creció un 171%. Estos aumentos han llevado a que los servicios públicos sean más caros que nunca, afectando a los hogares y a la economía en general.
La combinación de estos factores —inflación promedio más baja, pero fuertes subas en gastos esenciales— explica por qué, aun con índices oficiales en descenso, muchas familias sienten que su poder adquisitivo continúa deteriorándose y que el ajuste sigue presente en la vida cotidiana.
El INDEC le debe una actualización de su formato de medición de precios a los argentinos, mientras que el Modelo Milei le sigue sacando plata de los bolsillos, destruye el empleo registrado y la producción nacional.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No le creo nada a la gente, todos lloran se quejan y después lo votan a dos manos

Juanjo Portillo dijo...

El 60 por ciento de "la gente" no lo votó. Ser realistas no es tirar pálidas, anónimo. Tenemos mucho territorio para construir.