A pocos kilómetros de Rosario, en Granadero Baigorria tiene su sede Liliana Electrodomésticos. Una empresa familiar argentina conducida por su tercera generación que el año anterior cumplió 75. Según me cuentan está posicionada como la mayor fabricante de ventiladores, calefactores y pequeños electrodomésticos, y no para de crecer. Duplicó la cantidad de empleados en los dos últimos años, pasó de 600 en 2019 a 1150, de las cuales 300 son mujeres. En estos tiempos está invirtiendo más de 2000 millones de pesos para aumentar un 50% su planta productiva.
Crisis en la distribución del ingreso, la inflación y alguna otra variable es innegable y urgente como prioridades. Pero busquemos otras definiciones a esta crisis que no es lo que conocimos como tal.
Liliana no es el único botón de muestra.
8 comentarios:
Hay que cruzar un poco la General Paz y algo más allá...
El problema querido amigo y compañero es cuánto representa el costo salarial en el costo final, costo que en estos momentos está muy por debajo de sus valores habituales.
En cuanto al movimiento, además que siempre hay un 10% cuya capacidad adquisitiva no es afectada, eso es la demostración de una economía en negro no marginal, y por lo tanto una evasión fiscal de proporciones, más allá de los trajadores
Claro que lo comparto y en la reducción de la distribución de las ganancias está la cuestión central y prioritaria de encarar. Pero insisto, Norberto, que tenemos que definirlo de otro modo distinto al que diariamente nos dice Clarín y La Nación. Crisis fue la del final de Alfonsín y la de De La Rua. En las ruta no circulaban ni los gorriones.
Trabajadores informales o monotributistas, en realidad empleados empleados sin horario ni salario, producto de las políticas desregulatorias aplicadas desde Martínez de Hoz, con solo Néstor y Cristina como excepción, donde a la vez el salario perdió peso y se fueron cayendo derechos.
Yo desconfío de todas las estadísticas. Creo que en la economía informal que no tiene registro está la respuesta a mis inquietudes. Le contaba hoy a un amigo que de 10 conocidos y familiares que convivo diariamente hay 6 que figuran como pobres en esos registros pero no les falta nada, se van de vacaciones dos o tres veces al año, cambian de vehículo y amplían sus casas. Es un pozo ciego esta informalidad a la que hemos llegado como nación.
Es cierto, además de red de contención de las jubilaciones, recuerdo que en la crisis que comienza en 1997/8, las magras jubilaciones de la mitad de nuestros viejos mantenían familias enteras, y eran la mitad porque eran aquellos que habían alcanzado los años de aporte, todo un logro por la cantidad de patrones que los retenían y no los depositaban.
Eso parece tan razonable cómo que abundan los cartoneros, que demuestran que el precio del salario es bajo y juntar desechos es más negocio.
Así es. Los cartoneros ya vienen desde los 90. A mí me llama la atención que delos 10 que te mencioné arriba, trabajan como herreros, carpinteros, alquilan deptos para turistas (en Tandil tenemos unos cuantos), pintores y gasistas. Al menos de lo que yo conozco. Y logran un nivel de vida aceptable. Todo economía informal y figuran dentro los porcentajes de pobreza.
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