-El candidato de La Libertad Avanza (LLA) conseguiría el 34,2 por ciento si las elecciones fueran este domingo. Se hace fuerte entre los jóvenes y en grandes ciudades, sobre todo del interior.
-Massa, redondearía el 30,6 al frente de Unión por la Patria (UxP). Logra muy buenos resultados entre los mayores de 60 y en el conurbano bonaerense.
-Bullrich, de Juntos por el Cambio (JxC), queda atrás con el 24,8 por ciento. No retiene la totalidad de lo que sacó esa fuerza el 13 de agosto: la exministra no conserva los votos de Horacio Rodríguez Larreta y, desde la derecha, algunos votantes se le mudaron a LLA.
-Las conclusiones surgen de una amplia encuesta nacional del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que dirige Roberto Bacman.
-Las conclusiones surgen de una amplia encuesta nacional del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que dirige Roberto Bacman.
8 comentarios:
Si como dice esta encuesta el 45 por ciento de jóvenes entre 16 y 29 años vota a Milei, la elección está terminada ahora o en noviembre. La ola parece irreversible y los daños también.
Que extraño todo. Jovenes de ciudades del interior votaria por Milei.
Ahora votarian a un candidato disruptivo pero en la eleccionrs
provinciales votaron como conservadores.
La verdad, llevarse de las encuestas a estas alturas, es algo entre al pedo y tendencioso, ¿cuántas encuestas acertaron al chiflado como ganador?, todas, alguna o ninguna?, si no recuerdo mal le daban el 20% y sacó el 30, se equivocan o en el fondo son un fraude?. vale la pena darles bole o tomarlas como música ambiental? y, claro, dejar de boludear y hacer lo que hay que hacer para obtener los resultados que se quieren?. Hay mucho para perder y no es cuestión de masturbarse con numeritos amañados.
Pierre-Simón Laplace, en 1812 publicó su “Teoría analítica de las probabilidades” y en 1814 el “Ensayo filosófico sobre la probabilidad.” Hay una estadística descriptiva, que es la que nos cuenta lo que “pasó”. Laplace, con la ley de “cálculo probabilístico”, no dio la posibilidad de acceder a la “estadística probabilística”, que es la que nos dice lo que “va a pasar o puede pasar”
Entonces lo que ocurrió que las “estadísticas” se pusieron de moda y logró gran cantidad de adeptos entre ellos a la Reina Victoria (1840-1901). El jefe del Partido Conservador, Benjamín Disraeli, que presidió el gobierno en 1868 y desde 1874 a 1880, consiguió su confianza gracias a su talento para los halagos. Asimismo, le permitió seguir su propio criterio en el nombramiento de cargos religiosos, militares y, en ocasiones, políticos. Respaldó firmemente la política de fortalecimiento y expansión del Imperio Británico de su primer ministro. Al principio, dicen las malas lenguas, se llevaban como Batman y el Guasón, pero luego, otras lenguas más males, dicen que fueron amantes, pero esto es para la revista Ola, a nosotros no nos importa.
¿Y a raíz de qué viene esta historia? La Reina Victoria le decía a Disraeli “las estadísticas dicen…”, cuando había que tomar alguna decisión. Y el primer ministro le contestaba “Mire señora hay tres clases de mentiras: las grandes mentiras, las pequeñas mentiras y las estadísticas”.
No nos estará pasando lo mismo con las “encuestas” que “toman una muestra testigo” y aplicando la ley de cálculo probabilístico nos dicen lo que va a pasar. Disraeli, creo que, en alguna medida, tenía razón!
Y el General Perón decía "...las estadísticas son como las bikinis, muestran casi todo y ocultan lo más importante."
Perdón, a estas deshoras de la medianoche hay cosas que no entiendo bien. ¿En serio hay alguien que cree que la ciencia de la estadística tiene algo que ver con las boludeces que te cuentan los comebilletera de las empresas encuestadoras?
Al margen de la manipulación de la opinión (posible o no, ojo al piojo) que se pretende al publicar cualquier clase de dato, me encantaría que más de uno blanquee la manera de obtener sus datos. Ni hablemos de las encuestas telefónicas, si alguien paga por semejante curro, se merece lo que le digan. Y salir a entrevistar ñatos... mmmm... mi primo me contó lo que dicen sus compañeros de oficina, y el otro día el Cacho, que me arregla la heladera cuando no juega a las bochas, me dijo que en la fábrica comentan que... entonces a ver... huy, justo llueve, mirá si voy a pararme en el culo del mundo a entrevistar tipos y minas que me sacan cagando. Y si justo hay sol, es igual. Y el hijo de mi cuñada es un pelotudo así que ahí está la hopiñón de los jóvenes. Si, señor, acá están las planillas, son setenta y seis entrevistas, con tres que no saben y no contestan. (Y cuando me las recibe sé perfectamente que él sabe, que todos saben, porque esto, hecho en serio, implicaría mucha más guita que la que me pagan a mí, y un universo de casos al menos diez veces mayor, y una independencia de criterios que obviamente no existe, porque mirá si no le gusta al gil que pone la guita). Bueno, puede ser que el gil que pone la guita no sea tan gil y también se lleve una parte.
Y seguimos hablando de las encuestas...
Qué se yo, capaz que pararle las patas a algún formador de precios podría ser más útil, y además de sumar algún voto de los millones que no se acercaron a las mesas el 13 de agosto produciría -como hecho colateral, nada importante, bah- que se morfara mejor y más barato. Una boludez, perdón, mala mía.
Totalmente de acuerdo !!!
Estimado Alejandro, le repito las dos últimas oraciones de mi aporte "No nos estará pasando lo mismo con las “encuestas” que “toman una muestra testigo” y aplicando la ley de cálculo probabilístico nos dicen lo que va a pasar." " Disraeli, creo que, en alguna medida, tenía razón!
Y ahora repito "encuestas", hummmm, "muestra testigo", hummm
Seguro que "las muestras" que toma, no se, la NASA por ejemplo, tienen otro valor a lo mejor son "serias", y si tb son tratadas "seriamente", ergo, los resultados tb lo serán.
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