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En medio de una economía con mayoría de sectores productivos, comerciales y sociales dañados por el ajuste del gobierno de Javier Milei, el campo demostró en las últimas horas ser poseedor de un lobby envidiable. En sólo una semana, Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, se reunieron en público y en privado al menos 5 veces con ceos y operadores ruralistas para intentar evitar que el cierre de la muestra de la Rural sea un mar de críticas para un mandatario que les prometía bajar retenciones y no lo hacía.Los funcionarios les pidieron favores, hicieron promesas y les dijeron que son el corazón del plan económico, pero hasta que el Presidente no soltó dinero, las conversaciones fueron un frontón. El Ejecutivo libertario -seriamente afectado por el inicio de la sequía de dólares del agro y las presiones para llevar a cero las retenciones a la soja- se rindió y finalmente anunció una baja de retenciones que va desde la carne a la soja. Gastó la plata que les había retaceado hasta a los jubilados para contener a un sector en rebelión moderada. Milei se asustó por la falta de dólares. Una postal de presión efectiva del poder económico y debilidad del poder político pocas veces vista. Una foto de la desesperación oficial para que el campo liquide más divisas y le de plafón al Gobierno para llegar a las elecciones con dólar quieto e inflación intervenida.
Los que participaron de esos encuentros contaron a Página I12 que Milei resignó lo fiscal a cambio de chucherías. Poder digitar la lista de acreditados para cubrir el cierre de "La Ganadera" (algo que parece haberse vuelto un vicio peligroso en eventos públicos y privados); sacar del encuentro a la vice, Victoria Villarruel; entrar en la caja de una camioneta junto a su hermana Karina y Luis Caputo, el ministro fiscalmente exprimido; y recibir un aplauso fuerte de los dueños de casa, mayormente empresarios ganaderos.
El clima en el campo estaba y está tan caliente que en los grupos de WhatsApp de productores Gurú Agro y Gurú Ganadero hubo en la previa insultos directos a Caputo y hasta una dirigente histórica debió aclarar que "no queremos desestabilizar, pero hay que ser más firmes". En este contexto, Milei le pidió al jefe de Hacienda que haga cuentas para ver qué podían entregar a cambio de una fiesta en paz. "Toto" le dijo que era conveniente hacer un anuncio exclusivo de carnes, bajarles las retenciones a cero. Hacerlo de otro modo sería bien visto, pero insuficiente para calmar a las fieras. "No me sirve, démosle todo", se resignó Milei, según contaron a este diario fuentes al tanto de la negociación. Así es que el ministro le dejó una carpeta con tres propuestas de baja de tributos, que el Presidente analizó durante la noche del viernes. El sábado a primera hora le dio la orden de "bajarles 20 por ciento a todos".
1 comentario:
¿De qué superávit fiscal me estás hablando? El objetivo era justamente bajar los impuestos. No el IVA, que lo pagamos todos, por supuesto. Lo que se quería bajar eran las ganancias (los niveles más altos), los bienes personales y las retenciones.
Te explico lo que estos tipos quieren: si hay déficit, se bajan los gastos hasta que haya superávit; entonces se bajan los impuestos hasta que haya déficit; entonces se bajan los gastos hasta que haya superávit; entonces se bajan los impuestos hasta que haya déficit; entonces... Bué, creo que ya entendiste. La derecha tiene una sola ideología, y consiste en que los que tienen guita (o los pertenecientes a cualquier grupo de "nosotros") tienen derechos que los demás no; como sabrás, un derecho que alcanza sólo a una minoría se llama privilegio. La derecha es la ideología del privilegio. Sus herramientas son: aplastar por la fuerza o por la coima cualquier resistencia y destruir el Estado a cualquier precio. Justamente lo que está haciendo Milei. Ninguna sopresa, realmente.
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