El 14 de febrero a las 19:01, en medio de un viernes que era noticia únicamente por los festejos de San Valentín, el presidente Javier Milei usó su muy activa cuenta de X para publicar un tuit. En lugar de insultos a mandriles economistas, enojos contra periodistas o autoelogios, contenía un mensaje fuera de su registro habitual: un contrato inteligente para comprar un criptoactivo denominado $LIBRA que serviría para fondear empresas argentinas.
$LIBRA explotó. Su precio subió en minutos y se desplomó unas horas después dejando un reguero de damnificados y a un par de vivos que invirtieron centavos o nada y se llevaron más de 100 millones de dólares. Milei, por su parte, borró el tuit. Es uno de los pocos posteos en haber eliminado de su perfil.
Pero era tarde. Porque ese tuit ya había desatado un conflicto a varios frentes, que se disputa desde el complejo mundo del trading de criptomonedas a los vericuetos legales de las comisiones del Congreso, y buscan desentrañar cómo llegó el Presidente de la Nación a promocionar (o difundir) una memecoin hoy acusada de estafa.
A continuación, un mapa de los distintos escenarios donde hoy se despliega el conflicto que tiene salpica al Gobierno.
$LIBRA en la justicia: avanza la causa en EE.UU. y hay hermetismo en Argentina
Las causas judiciales que investigan si existió una estafa alrededor de la creación de la criptomoneda $LIBRA van a dos ritmos distintos. Mientras en Estados Unidos las partes van acumulando presentaciones públicas y nuevas pruebas cada semana, en Argentina el hermetismo es total.
Esta última semana las noticias llegaron del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, a cargo de la jueza federal Jennifer L. Rochon. Allí se tramita la denuncia contra empresarios cripto que lanzaron el proyecto, a quienes acusan de haber montado un esquema amañado, diseñado de origen para engañar a los inversores y habilitar a un grupo de billeteras cripto a retirar el dinero.
La causa es impulsada por el inversor Omar Hurlock, junto a los abogados Max Burwick y Margaret Hoppin, que el miércoles dieron un golpe de efecto: ampliaron la denuncia original y pidieron que se tome a los acusados como una 'asociación ilícita empresarial' a investigar bajo la Ley RICO, el equivalente a la Ley Antimafias local.
Plantean que no fue solamente una estafa ni un negocio que salió mal. Esta asociación ilícita (según los abogados) incluye a Hayden, Gideon y Charles Davis, junto a su empresa Kelsier Ventures; a la firma cripto Meteora y a su CEO, Benjamin Chow. En esta instancia, no aparecen dentro de los acusados ni funcionarios ni empresarios argentinos. Este punto responde a la intención de los abogados querellantes de evitar complejizar una causa que busca reparación económica incluyendo a un Presidente o a un Estado en la demanda.
En un giro discursivo pensado para desprestigiar a los inversores, Hayden Davis ahora sostiene que $LIBRA fue siempre una memecoin y que debe tomarse como la apuesta arriesgada (y algo en broma) que representan esos activos digitales. Es una contradicción contra lo que siempre planteó: que era una herramienta para fondear e invertir en PyMES argentinas.
Sin embargo, a medida que va desentrañándose el origen de la cripto, empiezan a aparecer con mayor frecuencia en el expediente el nombre de Javier Milei. Hace unas semanas fue el propio Hayden quien sostuvo en un escrito que la criptomoneda cayó definitivamente cuando Milei le retiró su apoyo y borró el tuit.
Esta semana, por primera vez, apareció Karina Milei nombrada. Fue para reconstruir el trabajo de Lobby que hizo Hayden Davis durante casi todo un año para congraciarse con los hermanos Milei. Allí se cita un artículo de The New York Times, que afirma cómo Davis se jactaba de manejar palancas sobre el presidente a través de envíos de dinero a Karina.
"Podemos tener a Milei tuiteando, en reuniones personales o promocionando. A ese tipo lo tengo controlado. Le envío $$$ a su hermana y firma y hace lo que le diga. Es una locura", dice Davis en un mensaje de texto de diciembre de 2024, que aparece ahora citado en la causa de Nueva York.
Completo por acá.
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