A Sergio Massa lo votaron mayoritariamente las mujeres, los menores de 34 y los mayores de 50, con fuerte impronta entre los sectores de mayores recursos, pero con corrientes de voto muy importantes también entre los pobres. Seis de cada diez personas que lo eligieron fundamentaron su apoyo en “los antecedentes de Massa en la gestión”, es decir, la fama que construyó al frente de la intendencia de Tigre. Curiosamente, sólo seis de cada cien personas votaron a Massa por su perfil opositor, es decir que una parte de los votantes piensan que algo así como “una nueva etapa del kirchnerismo”.
Del otro lado, a Martín Insaurralde, más de la mitad que eligieron su boleta lo respaldaron porque “representa el modelo del gobierno nacional”, es decir, porque era el candidato de la presidenta Cristina Kirchner y del gobernador Daniel Scioli. Muy pocos lo conocían por su capacidad, sus antecedentes o sus atributos personales.
En el caso de Margarita Stolbizer, el apoyo vino de mujeres, mayores de 50 y del interior provincial y hay un reconocimiento a sus características personales –honestidad, trabajo–, por encima de su perfil de opositora.
Por último, Francisco de Narváez recoge votos de mujeres de edad intermedia y el respaldo se motiva en atributos personales –firmeza, un millonario que igual presenta batalla en el terreno político– y, también, en su perfil opositor.