Cristina decidió ir a esta elección para legisladores de término medio con candidatos que tengan pertenencia al proyecto. Una fuerte decisión.
Es consciente que los indicadores del intendente Martín Insaurralde son un desafío. Ayer, un dirigente K recordaba que en 2009, quizá el peor momento político del Gobierno, el kirchnerismo obtuvo en la provincia de Buenos Aires un 32,6% y también señaló que "ahora competimos con tres figuras menos conocidas", dijo en referencia al lomense, la diputada Juliana Di Tullio y la matancera Verónica Magario.Nos cuentan que anoche en la sede del PJ de Lomas, un contingente cristinista comandado por Julián Domínguez y Carlos Kunkel rodeó al candidato en una especie de ceremonia profana de bendición ultra-K.
Y que la próxima escala será el sábado en el microestadio de Argentinos Juniors, que servirá de vidriera para que la presidenta presente a todos los candidatos del FpV.
Cristina tiene decidido ponerse al frente, en persona, de la campaña. El desafío de sus listas anti rejunte.