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El diputado provincial riojano José Luis González no está solo. No es un loquito que salió por la de él a decir lo que dijo.
El rabino Samuel Levin declaró en simultáneo que las personas homosexuales son “enfermos” a los que hay que buscarle un “sanatorio especial” para “tratarlos de la cabeza”, basando esa apreciación su rechazo a la modificación de la ley que regula el casamiento civil.
El diputado alineado con el gobernador Luis Beder Herrera, ya tuvo una intervención desafortunada cuando en una sesión de Diputados en la que se recordaba la figura del obispo Enrique Angelelli –asesinado por la última dictadura– reconoció que no conocía su historia, a pesar de haber sido dos veces intendente del departamento de Angel Peñaloza, donde se homenajea al prelado cada año. Desde ayer, tendrá una frase más para ser recordado: “Sigo en mi postura de que a esa gente (por los gays) hay que buscarles un sanatorio especial para tratarlos de la cabeza, porque no están normal en cuanto a la forma de pensar”.
Pero seamos justos. Hay más que el diputado riojano.