Durante su discurso comentó que había mantenido una charla con un trabajador de la firma llamado Hugo y que éste estaba "emocionado" de verla personalmente, ya que anteriormente "había ido a verla a la plaza".
Por ese motivo, lo mandó a llamar y eligió el nombre este operario para referirse al conjunto de los trabajadores del país: "Quiero decirte a vos Hugo y en nombre de todos los Hugos del país que a esta Presidente la van a ver no solo en la plaza y en los despachos, sino en cada fábrica y en cada máquina apoyando a cada trabajador y a cada empresario que luche para seguir produciendo y generando riqueza e inversión en el país".
"Por Hugo, que va a la plaza, pero también está en la máquina, les digo que cuenten conmigo siempre", agregó la jefe de Estado.
Por otro lado, la presidenta aseguró que "da vergüenza que el 78 por ciento de los libros que leen los argentinos son de confección importada" y se expresó a favor de que en el futuro "la mayoría" de los productos de la industria cultural sea realizado en la Argentina.
En ese sentido, recordó que el país "en la década del setenta era líder en materia de recursos humanos y en materia gráfica e industria cultural".
