Continuando con sus declaraciones que mencionamos en el post anterior, y consultado sobre
cómo adquirió el arma, quién le enseñó a tirar a la entrega de
la Bersa calibre 22 color marrón, el informático repitió lo expuesto ante la fiscal
Viviana Fein en su declaración testimonial.
En ese sentido, dijo que la pistola en cuestión había quedado abandonada en un galpón rural, como una suerte de herencia de un familiar, y que él quiso conservarla.
"Me gustan las armas; también me gustan las cañas de pescar", deslizó. Y aclaró: "
Era un arma del año 60, sin mantenimiento, con fallas. En un momento pensé en cambiarla [con el plan de desarme], pero después decidí que no".
Ratificó que pese a su interés, no sabía usarlas y que fue
Carlos Rodríguez, alias "El Moro",
un amigo que trabajaba en la Policía Aeronáutica (el hermano del Moro era cliente de él) quien le enseñó disparar: "
Me enseñó la seguridad del arma, hice los trámites y la puse a mi nombre. Después de 2002, 2003, no la usé nunca más".
Por otro lado, advirtió que
desconocía que Moro se desempeñaba en los servicios de Inteligencia.
"No sabía que Moro era espía, por lo que dice el periodista [
una nota de Clarín]
sí".
Y agregó que tampoco recuerda si fue a través de él que conoció a Nisman.
Hoy Clarín vuelve a sus primeras horas de la muerte de Nisman de señalar que Lagomarsino era un agente de la exSide. Luego lo ocultaron.