1)
A un año de la muerte de Alberto Nisman, el gobierno de Mauricio Macri y el aparato judicial y mediático que opera el macrismo y sus aliados buscan orientar todas las causas judiciales contra el kirchnerismo, con el objetivo de adjudicarle responsabilidad en la muerte al anterior gobierno, incluyendo a la propia
Cristina Fernández de Kirchner.
2) En el expediente por el fallecimiento del fiscal, la familia Nisman –alineada con el macrismo– trata de que la causa termine en el fuero federal argumentando que se trató de un homicidio, pese a que las pruebas judiciales indican que el fiscal se quitó la vida.
3) La ofensiva para apuntar contra el kirchnerismo utilizando la causa AMIA o la muerte de Nisman abarca otros rubros. En los últimos días se menciona que la desclasificación de información de la ex SIDE o la Cancillería sumará elementos para acusar a Cristina y a su ex canciller, acusándolos de traición a la patria y, de paso, fundamentar que hubo una operación para silenciar definitivamente al fiscal fallecido.
4) Las evidencias, en cambio indican todo lo contrario: no sólo la criminalística y la medicina forense se pronunciaron en forma categórica, sentando las bases de que hubo un suicidio, sino que Nisman vivía un fin de semana dramático. Su denuncia contra Cristina y Héctor Timerman fue defenestrada por varios jueces, por los juristas más importantes del país y por Interpol; llamó cuatro veces a su espía amigo, Jaime Stiuso, para que le ayudara y nunca obtuvo respuesta; tenía que concurrir al Congreso a defender un texto a medio hacer, con el bloque del Frente para la Victoria y los medios de comunicación presentes; y, además, vivía varios conflictos personales.
5) No parece casual que antes de morir haya leído un texto sobre el regreso de la muerte.
6) El mejor informe sobre el caso de la jornada es de
Rául Kollmann.