Esto sucede tres veces por semana: lunes, miércoles y viernes a partir del mediodía. Nadie quiere estar ahí, nadie quiere pasar una tarde al rayo del sol ofreciendo sus productos para obtener otros y llegar a fin de mes pero la situación económica llevó a este grupo de gente a juntarse en la calle Luque Honorio, a metros de la estación de Laferrere, en el partido bonaerense de La Matanza.
El trueque volvió a escena, ese método que se popularizó durante la crisis de 2001, cuando la sociedad buscaba la forma de subsistir en un momento económico muy difícil del país.
No son un grupo de amigas que van a cambiar una remera por una yerba. Es una sociedad que no puede hacerle frente a la inflación y la demuestra en esas dos cuadras, una frente a la otra, donde se juntan cientos de personas, en su mayoría mujeres con niños, no sólo de Laferrere, sino también de Isidro Casanova, González Catán, Rafael Castillo, y distintas zonas aledañas.
Los anticuerpos de los sectores laboriosos más humildes.