"Ustedes me atendieron cuatro años; yo los voy a atender un día", les dijo Cobos, que calificó su retribución como un gesto de agradecimiento ante su próxima despedida del cargo.
Qué buen tipo había resultado...!!!
Sólo pudieron comer una decena de personas que integran el personal del senado. El resto quedó afuera.
Lo que sí fue considerado el gesto como para merecer una nota de tapa que le prodigó La Nación. Es lógico.