martes, 1 de junio de 2021

Se pinchó el lock out ganadero

                     
Leemos:
Tras un acatamiento masivo, el lock out ganadero perdió fuerza en el inicio de la semana. Las cadenas de WhattsApp y otras redes de mensajería instántanea vinculadas a la actividad rural estallaron en la mañana del lunes con denuncias sobre movimientos comerciales de carne.
Las acusaciones ponen de relieve la magnitud de la grieta en la pared que la Mesa de Enlace pudo levantar en los primeros nueve días del lock out, de los que seis ya se sabía que no tendrían actividad comercial por caer en fin de semana o en feriado. La decisión de extender la medida hasta el próximo miércoles provocó malestar en un amplio sector de frigoríficos que, en muchos casos, siguieron despachando carne todos los días y para el domingo 30 ya casi agotaron sus stocks. También entre los matarifes, que tienen animales comprados en la semana del 17 al 21 de mayo y deben pagarle a un corral que se los tengan hasta que reabran los mataderos.
Pero la que provocó más impacto fue la defección de los productores. Carlos Colombo, de la firma Colombo y Magliano, le dijo este lunes a La Nación: “Algo se cargó, sobre todo aquellos antiparo que no estaban de acuerdo con extender la medida. Esta semana el efecto del paro no va a ser tan contundente de lo que fueron los primeros nueve días porque muchos ya están saltando el corralito”.



2 comentarios:

Marcelo, el gaucho dijo...

Por supuesto. Los frigoríficos más chicos, los de ciudades del interior, nunca pararon. La cadena de la carne es una cadena, no se puede cortar porque una manga de agrogarcas quiera ganar más guita que nunca en su vida: para comprar una jaula, el matarife necesita cobrar la anterior, si se corta la secuencia ya es casi imposible volver a arrancar. No van a correr ese riesgo. Y menos con otros competidores que siguen matando, y que mientras dura el paro le quitan clientes y proveedores. Los que pueden parar son los frigoríficos más grandes, que son los mismos que tienen cuotas con China. Los demás no se pueden dar el lujo de parar, y de ninguna manera los matarifes.

Ayer vendí una jaula de novillos: ni siquiera estaban del todo gordos, pero se los llevaron contentos. Por bastante menos que hace dos semanas, claro, pero casi me los sacaron de las manos.

Cuando el paro se levante, vamos a salir todos desesperados a vender, y el precio se va a caer. Como siempre ha pasado, cada vez que estos chicos hicieron paro. Creer que se puede conseguir mejoras a través de una huelga como si fueran un sindicato los ha llevado a equivocarse siempre. No son un sindicato, son un lobby de proveedores, demasiado fraccionado como para ejercer alguna presión o como para evitar competir entre ellos.

A corto plazo, por lo menos, los precios van a caer. Saludos.

Anónimo dijo...

Excelente comentario, Marcelo. Muy clarificador!