El año anterior se jugaron amor eterno frente a la luces de los fotografos y de la tv. En un año ese proyecto de construcción en común se rompe a pedazos.
Nos cuentan en Tiempo Argentino que las batallas que comenzaron el año pasado por las candidaturas distritales se convirtieron, tiempo después, en disputas irreconciliables. Las idas y venidas entre sus referentes, Francisco de Narváez y Mauricio Macri no ayudaron a esconder las diferencias entre los dirigentes locales, lo que provocó la ruptura de Unión-PRO en nueve Concejos Deliberantes del Conurbano.
En Lanús, tres de los seis concejales del bloque de Unión-PRO decidieron romper en julio y responsabilizaron por ello al ministro de Hacienda de Mauricio Macri y dirigente local, Néstor Grindetti. En este municipio, la fractura fue por futuras candidaturas. Pese a que desde que asumieron en diciembre último, había fuertes diferencias, la ruptura llegó cuando Grindetti sostuvo que el concejal y candidato a intendente, Gabriel Di Masi, no tenía el aval para postularse.
En Avellaneda, los excesivos precandidatos a intendentes también terminaron por alterar la composición del bloque en el concejo. En este distrito ya no quedan ediles que representen a De Narváez, ya que los tres concejales que lo representaban decidieron jugar con Felipe Solá y prefieren no mostrarse con la diputada provincial y referente del empresario Mónica López cada vez que su ex jefe político visita el distrito. Por su parte, el bloque del PRO, mantiene sus tres ediles. Gracias a la alianza con este espacio, el intendente kirchnerista, Jorge Ferraresi consiguió aprobar la rendición de cuentas, pese a las denuncias del resto de los bloques de diferencias entre lo pautado y lo gastado que se acercaban al 50%.
En tanto, en el distrito que supo ser cuna del duhaldismo, existen tres bloques del peronismo disidente, y uno de PRO (alineado con el kirchnerismo local). Así, el bloque liderado por Gabriel Mércuri se enfrenta fuertemente al bloque apadrinado por los Duhalde, a quien ganó en la última elección, mientras que no descarta un alineamiento con el bloque que responde a De Narváez.
En Almirante Brown, la alianza local fue la que menos perduró. En este distrito, el. Bloque que responde a De Narváez (tres ediles), tienen buena relación con el intendente kirchnerista, Dario Giustozzi, y PRO es integrado por una sola concejala que se opone fuertemente al gobierno local.
Por otra parte, en Esteban Echeverría, los tres ediles que lograron asumir durante las últimas elecciones no comparten bloque. Sólo uno de ellos, el macrista Evert Van Tooren se opone a la gestión de Fernando Gray, mientras que los otros dos acompañan la mayoría de las iniciativas.
Las diferencias entre dirigentes del peronismo disidente también provocaron la ruptura de los bloques en La Matanza, Morón, Vicente López y Malvinas Argentinas, distritos en los que muchos de estos concejales favorecen al jefe comunal en sus votaciones".