Cristina los había dejado en febrero sin granaderos cuando intentaron utilizar un homenaje a San Martín con fines electoralistas, y ahora el pueblo de Corrientes los dejó sin la gobernación.
Llegó el peor final: Ricardo dejó a Cobos y a Arturo sin nada en esa provincia.
Ni los dirigentes Ricardistas mas optimistas y seguramente ni los Arturistas más pesimistas, se imaginaron el final de esta historia que estuvo marcada por la pelea familiar y la caída tan estrepitosa de un gobierno como el que se despide este 4 de octubre.
Cleto Cobos apoyó, se equivocó y perdió fiero:
Este será un día que vivirá por siempre en la cabeza de Arturo y del Vice Traidor, ya que vieron caer estrepitosamente un gobierno, de tener a su secretario privado entre las rejas, haber contratado a un consultor político por fortuna y solo haya vendido espejitos de colores, de tener socios que se pintaron la cara y formaron parte de la trinchera contraria, de haber destruido una maquinaria exitosa como el Frente de Todos y por si faltaba poco, de ser recordado por hacer sellado una alianza con Tato Romero Feris y todo lo que significa el Partido Nuevo para la sociedad correntina.
Hoy los 25 puntos de ventaja fueron una bofetada a cuatro años de poder que parecían eternos pero que tenían fecha de vencimiento y poner fin a un liderazgo que nunca existió.
Se va Arturo de la mano de Cleto sin pena ni gloria y también se inicia un nuevo camino en la historia electoral de Corrientes con un peronismo que hizo una exelente elección en la primera vuelta y con un triunfo en la capital que generan una expectativa hacia el futuro.
Esto es lo que apoyó Cleto.
Se quedó sin granaderos y sin votos.
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