El gendarme del mundo también está en crisis.
El Pentágono ya había adelantado que el número de soldados del Ejército iba a pasar de los
520.000 actuales a 450.000-440.000 pero, de ser aprobado un plan de senadores que será enviado al Congreso el mes que viene como parte de las propuestas de gastos para el año fiscal que comienza en octubre, el Ejército se reducirá aún a un nivel más bajo y podría llegar a hasta los
420.000 militares si se vuelven a ejecutar
recortes presupuestarios en 2016 para contener el déficit. El pico más alto del Ejército se alcanzó en 2010 con 566.000 efectivos.
El presupuesto de Defensa será presentado el 4 de marzo y estará dotado con
496.000 millones de dólares, un nivel que respeta el techo de gasto fijado por el Congreso, y al que se sumarán
26.000 millones de dólares más autorizados por la Casa Blanca para mantener entrenamientos y maniobras.
La modernización del Ejército norteamericano pasa necesariamente por destinar más recursos al desarrollo de
‘drones’ –los aviones no tripulados-, a la ciberdefensa y a nuevas tecnologías que permitan mantener la hegemonía en el campo militar frente a países como
China y su emergente militarismo.
El gasto militar del imperio rondó en
2013 lo
s 600.000 millones de dólares. Una cifra que supone casi s
eis veces más de lo que gasta en sus fuerzas armadas el régimen chino y tanto como los 12 países que siguen a EEUU en la clasificación mundial.
Los números para los próximos
cinco años planean reestructurar el Ejército reduciéndolo
al tamaño que tenía en 1940 antes de la Segunda Guerra Mundial.