2) La semana pasada declaró un prefecto que estuvo a cargo de la custodia del pasillo hacia el baño en el que apareció el cuerpo del fiscal y reiteró que nadie ingresó al baño, entre otras razones porque la puerta no se podía abrir dado que la cabeza del fiscal no lo permitía.
3) Su testimonio coincide con el de la madre de Nisman, Sara Garfunkel, que dijo bajo juramento que ella estuvo sentada en la cama de una habitación, mirando la puerta del baño y que nadie entró en el lugar hasta que llegaron la fiscal Fein y los peritos oficiales.
4) También el médico de Swiss Medical y la enfermera coincidieron en que no se podía entrar porque la puerta estaba trabada por la cabeza del fiscal.
5) Esto convierte en imposible que alguien hubiera entrado al baño apuntando al fiscal, le hubiera disparado, luego saliera del baño y finalmente, desde afuera, arrastrara el cuerpo para trabar la puerta. No hay rastros de tal arrastre ni de esos movimientos.
6) Esto fue también ratificado por el perito químico de la Policía Federal, quien insistió en que no hubo ninguna otra persona en el baño en el momento del disparo. Ronelli estudió las manchas de sangre y sostuvo ante Fein que nadie estuvo parado detrás de Nisman porque las gotas de sangre, expulsadas por el disparo, cayeron sin obstáculos hacia los distintos costados. De haber una persona detrás, no hubieran caído, sino que hubieran quedado en ese individuo.
7) La perito Vivian Beatriz Delimanis, de la Asesoría Pericial de la Corte bonaerense, que declaró ayer, participó del primer estudio de la muestra de las palmas de las manos y explicó frente a la fiscal Fein y los abogados de la querella y de Diego Lagomarsino las razones por las cuales no se encontraron restos de fulminante en las muestras.
6) Esto fue también ratificado por el perito químico de la Policía Federal, quien insistió en que no hubo ninguna otra persona en el baño en el momento del disparo. Ronelli estudió las manchas de sangre y sostuvo ante Fein que nadie estuvo parado detrás de Nisman porque las gotas de sangre, expulsadas por el disparo, cayeron sin obstáculos hacia los distintos costados. De haber una persona detrás, no hubieran caído, sino que hubieran quedado en ese individuo.
7) La perito Vivian Beatriz Delimanis, de la Asesoría Pericial de la Corte bonaerense, que declaró ayer, participó del primer estudio de la muestra de las palmas de las manos y explicó frente a la fiscal Fein y los abogados de la querella y de Diego Lagomarsino las razones por las cuales no se encontraron restos de fulminante en las muestras.
8) Un estudio realizado por el American Journal of Forensic Medicine, sobre la base de 116 suicidios comprobados, sólo se encontraron residuos del fulminante en el 11 por ciento de los casos en que se usó una pistola calibre 22, el arma del caso Nisman.