El 9 de abril de este año, parece un siglo, Mauricio Macri en otro fallido intento de dividir al peronismo, a través de la jueza María Romilda Servini de Cubría decidió la intervención del Partido Justicialista nacional y designó como interventor judicial al líder del gremio gastronómico Luis Barrionuevo, quién a su vez designó como colaboradores pagos a Carlos Campolongo y Julio Bárbaro.
Después volvieron a participar de programas de TV como panelistas independientes y Barrionuevo apostó a otro partido en estas elecciones. Quedó claro al servicio de quién estaban.
Sólo pasaron 7 meses y visto en perspectiva fue un triunfo clave en estas victorias recientes porque fue el operativo intervención parte de un plan oficial de división del peronismo. La unidad comenzó a expresarse de inmediato en la dirigencia en general, en cuadros intermedios y una solidaridad generalizada desde todo el país.
No contaban con los anticuerpos populares, entre ellos la inteligencia de Cristina.
No contaban con los anticuerpos populares, entre ellos la inteligencia de Cristina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario