Según Clarín:
Se trata, sin más vueltas, de una ley ómnibus en la que trabajan los equipos de Alberto Fernández, semejante a la de Emergencia Económica que, en enero de 2002 y a la caída de la convertibilidad, sancionó el Congreso y pobló de poderes excepcionales al gobierno de Eduardo Duhalde. Útil a los fines más diversos, el régimen fue prorrogado de año en año hasta enero de 2017, o sea, rigió durante 16 ejercicios consecutivos.
Bajo el paraguas de la Emergencia Pública podrían entrar aumentos de impuestos y rebajas de impuestos; ajustes fiscales; reformas financieras y cambiarias; pagos de la deuda y, al fin, todo aquello que habría necesitado la venia previa del Congreso.
Según este Blog:
No descarten el factor sorpresa, factor de conducción peronista si los hay.
No descarten el factor sorpresa, factor de conducción peronista si los hay.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario