Así está la región divida en dos bloques políticos/ideológicos.
En las encuestas previas todo favorecía a a los blancos. Nadie anticipó lo que ocurrió en el ballottage de Uruguay: una paridad extrema entre un bloque de centro-izquierda y otro de derecha. Pasada la medianoche, el candidato del Partido Nacional (Blanco), Luis Lacalle Pou, obtenia un 48 por ciento y su rival del Frente Amplio (FA), Daniel Martínez, cerca del 47. Faltaban contar unos 26.000 votos (con un 99 por ciento escrutado sobre 2,4 millones de sufragios emitidos) y la diferencia era de apenas 30 mil a favor del líder opositor. Y había más de 34 mil votos observados, que deberán ser definidos por la Corte Electoral en el transcurso de la semana.
Como dijo Pepe Mujica al cierre de la campaña: "Hay algunos cipayos nostálgicos que no deberían acontecer"
1 comentario:
Después de decir durante un mes que la campaña no había influido, que el electorado parecía insensible a los hechos políticos, que el debate no había movido la aguja, que el voto de los uruguayos que vienen del exterior no era significativo y que el mínimo de 6 o siete puntos
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