Según un interesante trabajo de Patricia Chaina el último censo muestra la falsedad de la teoría de la oferta y demanda en el mercado inmobiliario
-La construcción de viviendas crece más que la población, pero también sube el déficit habitacional, revisados por la agrupación Inquilinos Agrupados.
-Pero “faltan casas porque falla la distribución” sostiene Gervasio Muñoz, quien lidera la entidad y realizó un pormenorizado análisis de las estadísticas que surgen de los censos de 1991 a 2022. En 2022 y por datos parciales que el censo ya oficializó “vemos que hay 17.780.210 viviendas construidas --detalla Muñoz--, y 46.440.703 habitantes”.
-Y como un hogar hoy se estima en tres personas, el resultado arroja más viviendas que familias.
-Según la proyección de los datos del Censo 2022, hay tres millones de viviendas deshabitadas en el país.
-El factor especulativo en el eje de la actual crisis habitacional.
2 comentarios:
“Falla la distribución”, dice Muñoz (¿es el mismo Muñoz que decía que pagar el alquiler le complicaba pagar la escuela privada de sus hijos?). Es cierto, claro que falla, pero no por números estadísticos, y él lo sabe o debería saberlo. Siguiendo su pensamiento solucionaríamos el tema vivienda ubicando a casi un millón de personas en los departamentos vacíos durante la mayor parte del año entre San Clemente y Mar de Ajó, Pinamar, Villa Gessel, Santa Clara, Mar del Plata…
¿Viste? Somos Gardel, solucionamos la cuestión vivienda sin tocarle un pelo a las, Techint, Socma, Loma Negra, Irsa, Nocito, Acindar y . Ni siquiera se los menciona.
¿Y las políticas económicas responsables de salarios que no permiten comprar ni alquilar una vivienda? ¿y la “libertad” de formar precios no ya de viviendas, sino de la comida de todos los días, de los “cuatro vivos” de siempre? ¿y las ganancias francamente obscenas de los Edesur, Edenor, Ede-este y Ede-oeste, Metrogás, Movistar y colegas, ya que estamos Molinos, Arcor, Carrefour, Coto, Cencosud, y todas las que ya mencionamos? Agrego a Mercado Libre, que encima no produce un gramo de nada. Con la mitad de esa guita -que juntan gracias a explotar a sus trabajadores y a sus precios abusivísimos- construís viviendas para vender, alquilar y regalar, y de paso así darle laburo a la gente y hacer funcionar toda la industria. Claro, los grandes capitalistas tendrían que renovar los aviones bañados en oro y los yates de media cuadra cada dos años en lugar de cada seis meses. Ni te cuento cómo van a tener que reducir sus gastos en champagne. Un horror. ¡Y ni me acerco a hablar de expropiaciones!
Pareciera, según los Muñoz de este mundo, que los culpables de la falta de viviendas son tanto los trabajadores que se compraron un dos ambientes ahorrando toda la vida para no cagarse de hambre al jubilarse, como los grandes pools inmobiliarios y las multinacionales de la construcción. O sea… el número de viviendas y el número de habitantes diluye la responsabilidad, como “la crisis causó dos nuevas muertes” o “todos somos responsables”, de la revista Gente de 1983.
Me parece –a mí, eh, apreciación personal- que diluir y dejar de mencionar es ocultar las verdaderas responsabilidades. Cuando aparecen estos “datos”, busquemos qué esconden.
Hay cuestiones de configuración de las prácticas sociales en general que tienen un impacto directo en la demanda de viviendas y que no suelen tenerse en cuenta en las políticas de esta materia (auge del turismo urbano, incremento de los divorcios, mayor número de personas que eligen vivir solas, envejecimiento de la población, despoblamiento de pequeños pueblos y comunidades, etc.). Todos estos aspectos deben atenderse en una política de viviendas, Por ejemplo, las inmobiliarias saben bien cómo impacta la construcción de una autopista en estos hábitos y modifican sus nuevas inversiones, pero el estado (que es el que construye autopistas para que se beneficien las inmobiliarias) no toma esto en cuenta en su planificación de vivienda.
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