Con
Obama, que no se sabe si grita también el gol o bosteza, como testigo principal, la reunión sufrió una pausa por la definición entre
Bayern Munich y Chelsea. Fue el premier británico
David Cameron quien festejó, lo único que ha tenido para hacerlo en los últimos tiempos, ante la canciller alemana
Angela Merkel, quien disimula su calentura con disimulo diplomático
. Mientras
Francoise Hollande pone cara de a mi no me metan que yo soy francés
.
Los líderes del G-8, reunidos en Camp David (EEUU), encontraron tiempo en sus debates sobre la economía y la seguridad alimentaria y
como seguir sosteniendo el nuevo gobierno mundial financiero, para ver la tanda de penales.
Parece que tienen simpatías enfrentadas.
Para los que somos del sur ya sabemos cuando coinciden en a quienes quieren ver derrotados.