Hegemonía y tentación autoritaria.
En algunos países afortunados será difícil decidir quién merece ser elegido el personaje del año que está por terminar porque son tantos los candidatos a la distinción por lo común fugaz así supuesta. Huelga decir que la Argentina no es uno de ellos. A nadie se le ocurriría negar que Cristina Fernández de Kirchner domina el panorama nacional hasta tal punto que tiene en sus manos más poder político que cualquier otro mandatario desde los tiempos mejores de Juan Domingo Perón, más incluso que el esgrimido en su momento por Carlos Menem: a diferencia del riojano, la santacruceña adoptiva no tiene que preocuparse por la maduración, lenta pero constante, de una alianza opositora basada en principios coherentes que, andando el tiempo, pudiera ocasionarle dificultades".
En algunos países afortunados será difícil decidir quién merece ser elegido el personaje del año que está por terminar porque son tantos los candidatos a la distinción por lo común fugaz así supuesta. Huelga decir que la Argentina no es uno de ellos. A nadie se le ocurriría negar que Cristina Fernández de Kirchner domina el panorama nacional hasta tal punto que tiene en sus manos más poder político que cualquier otro mandatario desde los tiempos mejores de Juan Domingo Perón, más incluso que el esgrimido en su momento por Carlos Menem: a diferencia del riojano, la santacruceña adoptiva no tiene que preocuparse por la maduración, lenta pero constante, de una alianza opositora basada en principios coherentes que, andando el tiempo, pudiera ocasionarle dificultades".
Pero no es para creerle ni entusiasmarse por un repentino ataque de leve objetividad. La revista Noticias de este número sigue siendo de Fontevecchia, periodismo desde aguas servidas.