La historia del peronismo no ha sido de color de rosa y no solo para Cristina. Siempre existieron conflictos de intereses incluso en el seno del mismo pueblo.
Por ejemplo la huelga ferroviaria de 1950 cuando unos años había sido nacionalizado y fue una medida de fuerza que tuvo origen en un reclamo de aumento salarial. La huelga continuó a pesar de que el gobierno del presidente Juan Domingo Perón la declaró ilegal y los trabajadores solamente retornaron al trabajo cuando en virtud de un decreto de Perón del 25 de enero de 1951 se dispuso la movilización militar de los mismos por tratarse de un transporte público. En esos años era el principal transporte de pasajeros y de carga.
También es recordada la participación de Eva Perón recorriendo talleres ferroviarios para tratar de convencer a los huelguistas sin mayor éxito.
Los procesos de cambio que tocan verdaderos intereses no son lineales. Y a veces parecen contradictorios.