Nos cuentan que al rato de llegar a
Nueva York, Cristina se «lookeó» deportiva y salió a caminar. Luto pleno: de negro desde las zapatillas hasta la vicera con ropa de neoprene, la Presidente dedicó la mediatarde al footing escoltada por
Carlos Zannini, su ministro de más cercanía.
Desmalezó, en paralelo, presunciones y novedades. Dos relevantes: la cita que tendrá hoy con
George Soros y el encuentro que mantendrá el jueves con el
CEO de Exxon con
YPF como agenda primordial.
Ayer, con la comitiva alojada en el
Mandarin Oriental hotel, la presidena confirmó el encuentro con el empresario cuyo portfolio argentino ha zigzageado en el último lustro: de una salida casi absoluta en 2010 a un regreso con inversiones agroindustriales.
Soros martilló en estas semanas, ante la crisis europea, por una participación intensa de la Alemania de Angela Merkel. Hasta anoche no se conocía temario específico sobre el contenido de la reunión de Cristina con el magnate que hasta 2009 controló parte de IRSA.
El otro «highlight» sorpresivo de la gira es el mano a mano con
Rex Tillerson, «chairman» y presidente de
Exxon Mobile Corporation. Según el Gobierno argentino, el encuentro es a pedido de la compañía que había iniciado conversación por la cuestión
YPF.