Quien quiera oir que oiga, quien no quiera escuchar será tragado por los dragones divinos.
Lo que el gobierno quiera adjudicarse como propio tendrá el castigo de los dioses, diría Lilita.
Nosotros no tenemos derecho a festejar nada.
Nosotros no tenemos derecho a festejar nada.
Cuando crece la economía ya se sabe que es por cuestiones internacionales que nos favorecen, pero que no aprovechamos del todo bien este aire fresco que viene de afuera con su mano generosa, por los errores de este gobierno que esta afuera del mundo.
Si los actos de Bicentenario hubieran fracasado la responsabilidad central sería del gobierno por su incapacidad congénita para organizar nada.
Como parece que todo ha salido bien el mérito es de "lagente" que le manda señales a sus dirigentes, especialmente a los líderes del oficialismo que siempre están crispados.
Ojo, no se hagan los piolas y no se estén pavoneando con el exito ajeno.
El gobierno no puede tener resultados positivos.
Eso solo está reservado por códigos milenarios y secretos para Cobos, Macri y Lilita.