Desde
Santa Cruz,
Cristina activó el proceso que potencia la intervención oficial en los trenes
al punto más alto luego de las privatizaciones ejecutadas en el Gobierno de Carlos Menem.
La
preestatización, que se admite como un "
paso más hacia la estatización plena"
del sistema ferroviario, fue planeada en los últimos meses y hace 15 días tuvo el OK definitivo de la presidenta. Ayer se avanzó con el trámite formal y hoy la resolución se publica en el
Boletín Oficial.
En principio, el proceso alcanza a tres líneas
-Roca, San Martín y Belgrano Sur- pero se estima que en las próximas semanas se extenderá al ramal
Sarmiento, el más complejo de la red, y al
Mitre.
Desde hoy,
Roggio y Gabriel Romero, las empresas que operan los ramales "cuasiestatizados" tendrán 90 días para adaptarse a la nueva normativa que concentrará el manejo de las líneas en la
Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado (ADIF SE) y en la Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE).
Los privados, en tanto, seguirán al frente de la prestación del servicio como
"ejecutores" de los mandatos emanados por esas dos sociedades del Estado que reportan a
Florencio Randazzo. Ariel Franetovich, un dirigente ligado al ministro, está al frente de la
ADIF -allí fue designado semanas atrás para coordinar, ahora, el proceso de preestatización- y
Alejandro Croucher, un técnico, en la
SOFSE.
El
Estado será el encargado de disponer todo lo referido al funcionamiento de los trenes, desde frecuencias hasta personal, a través de las SOFSE.
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